El último fin de semana, el presidente "Me quiero ir" Milei volvió a mostrarse bizarro, pupulista e indolente al mismo tiempo. Los besos fingidamente apasionados con Lástima Flórez sobre el escenario de un teatro marplatense, prolijamente organizados con él de frente al público y a las fotos, mientras ella quedaba ofreciendo a su público y a los muchos camarógrafos su mejor cara (la cola), buscaron sensibilizar a una población preniada, confundida y doliente.
Estos gestos cargados de significación emocional, buscaron preparar al país para una semana dificilícima tanto en el Congreso como en las calles. Sin embargo, ayer los diputados le pusieron una cuota enorme de realismo a la vida argentina, sepultando la ley ómnibus entre los cantos de Lástima F.
Parece que Javi cree que todos los argentinos somos tontos como sus libertarios seguidores de juguete. Pero no es así y ayer quedó claro.
El Presidente de la Nación, Javier Milei, realizó un viaje a Mar del Plata el pasado finde para acompañar a su pareja, Fátima Florez, en el show que está protagonizando en la ciudad costera y revivir el apasionado beso que compartieron en el escenario hace algunas semanas.
Tras la aprobación parcial de la Ley Ómnibus, Milei llegó al centro de esa ciudad, se hospedó en el Hotel Provincial y tuvo intercambios con la gente, expresando optimismo y generando polémica con sus declaraciones sobre la inflación.
Durante su visita, Milei destacó los avances de su gestión y afirmó que la inflación está comenzando a descender, desestimando la posibilidad de una hiperinflación y arengando a la población a mantener la fe en la recuperación del país.
Según la crónica del diario La Capital, Milei celebró junto a Fátima Florez su cumpleaños número 43 y luego compartió un festejo íntimo con amigos de la pareja, entre los que se encontraban la hermana del presidente, Karina Milei, y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.