En el café Tren Mixto de Constitución, Rubén Alberto de la Torre, ex miembro de la superbanda del robo del siglo, reflexiona melancólicamente sobre su carrera criminal. A sus 63 años, lamenta no haber cumplido su sueño de triunfar en Europa, donde planeaba robar joyerías. Este fenómeno de "exportar" delincuentes argentinos a Europa no es nuevo y ha sido una tradición que se remonta a décadas atrás.
El relato de De la Torre revela sus intentos frustrados en Italia y España, reflejando la atracción que los delincuentes argentinos sienten por el riesgo y las oportunidades en el extranjero. Este fenómeno ha llevado a que los criminales argentinos sean comparados con los futbolistas que buscan éxito en el fútbol europeo.
El robo del siglo, perpetrado por la superbanda en 2006, es solo un capítulo en la larga historia de ladrones argentinos que han buscado fortuna y desafíos en Europa. Desde Jorge Villarino en los años 50 hasta casos recientes de bandas sudamericanas, los delincuentes argentinos han dejado su huella en la escena del crimen internacional.
En España, conocidos como "temporeros del robo", argentinos han sido detenidos por asaltos a casinos, robos de bancos y salideras bancarias. El término se refiere a aquellos que emigran temporalmente para cometer delitos y regresan a Argentina con los bolsillos llenos.
El caso de Julián Zalloechevarría, uno de los ladrones del banco Río en 2006, ilustra la mentalidad de los criminales que sueñan con el éxito en Europa. La atracción por el riesgo y la posibilidad de regresar con grandes sumas de dinero son factores que impulsan a estos delincuentes a aventurarse en el extranjero.
A pesar de las detenciones y operativos de las autoridades españolas, los ladrones argentinos continúan desafiando las fronteras y buscando oportunidades para cometer delitos en Europa. Este fenómeno, que ha persistido durante décadas, plantea desafíos para las fuerzas del orden y destaca la astucia y audacia de los delincuentes argentinos en el escenario internacional.