Las luces de esa ciudad romántica, tan mítica, repleta de glamour y de una tonalidad amorosa única en el planeta. En ese entorno maravilloso atravesó una semana mágica Gabriela Sabatini, con esa estadía en la bellísima París, nada más y nada menos.
La ex tenista viajó a Europa, más precisamente a la capital de Francia para disputar un certamen de leyendas de Roland Garros, ese grand slam tan espectacular, para participar en compañía de Gisela Dulko. La famosa deportista vivió un periodo espectacular con este retorno a la actividad.
Gaby aceptó el reto, el desafío de tomar la raqueta a sus 52 años y formar parte de esta competencia que aglutinó a diversas jugadoras históricas, que han marcado una huella en el circuito. La mejor tenista argentina de todos los tiempos lució motivada y sobre todo en un estado impecable.
Con la premisa de disfrutar, de reírse, de correr con ganas detrás de la pelota, Sabatini pudo experimentar sensaciones únicas en su ser al conseguir acceder a la final donde perdieron con Dulko frente a Flavia Pennetta y Francesca Schiavone. No obstante, lo más importante se centró en toda la vivencia.
Movilizada por todo lo que transitó, Sabatini llenó de fotos su Instagram. Justamente, en las redes sociales se animó a compartir una fiesta que organizó Roland Garros para todas las leyendas, que se realizó en el hotel Barriere Le Fouquet’s.
Esa mancomunión de deportistas permitió divisar a Gaby en compañía de Luján Grisolía, su pareja hace más de quince años, esa mujer que camina a la par en el sendero de la vida, que forma parte de su intimidad, de su privacidad. Las imágenes posibilitaron dimensionar la alegría de ambas.
Esta argentina también estuvo con Sabatini en otras actividades en París, como esos paseos estimulantes por las callecitas del centro, así como en una recorrida en monopatín y diversas cenas con amigos y amigas en la ciudad de las luces.
Las sonrisas iluminaron a Gaby y Luján en esta travesía en Francia, otra estación de su recorrido, de esa relación sólida que alimentan hace años y que se encuadra en un sentimiento mutuo y maravilloso.