Llegó RoboCop a China: el país asiático ya tiene su primer robot patrullero
China ha presentado el RT-G, un robot esférico autónomo desarrollado por Logon Technology, capaz de patrullar tanto en tierra como en agua. Este dispositivo, diseñado para operar en entornos extremos, incluye tecnología avanzada de reconocimiento facial para identificar amenazas y colaborar con las fuerzas de seguridad, convirtiéndose en una herramienta pionera en la automatización de la vigilancia.
Con una velocidad de hasta 35 km/hy la capacidad de resistir impactos de cuatro toneladas, el RT-G no solo desafía los límites técnicos, sino también éticos. Su capacidad para detectar y neutralizar sospechosos abre un debate sobre el uso de la inteligencia artificial en seguridad pública, especialmente en países con regímenes autoritarios.
Mientras que los defensores de esta tecnología destacan su eficiencia en la prevención del crimen, los críticos alertan sobre el riesgo de errores en la identificación y el abuso de estas herramientas para la vigilancia masiva. El RT-G, que ya patrulla en ciudades chinas, representa un símbolo del avance tecnológico, pero también una advertencia sobre el impacto en los derechos civiles.
La pregunta es clara: ¿Estamos ante el futuro de la seguridad o ante el inicio de una vigilancia sin límites?