Martín Lousteau, presidente del Comité Nacional de la UCR, enfrentó una difícil decisión al votar en contra del tratamiento de la validez del DNU presentado por Javier Milei.

Este rechazo provocó fuertes críticas dentro de su propio partido y acusaciones de vínculos con el kirchnerismo, desatando tensiones internas.

Sus principales adversarios dentro del partido, Alfredo Cornejo y Gustavo Valdés, líderes de Causa Federal, expresaron su descontento con la decisión de Lousteau.

Ambos gobernadores buscan impulsar un "cambio" en el país y promueven una "UCR moderna", alejada de las posturas tradicionales.

El voto negativo de Lousteau generó un enfrentamiento público con estos líderes provinciales, quienes, junto con otros legisladores, expresaron su rechazo a la postura del presidente del Comité Nacional.

A pesar de las críticas internas, Lousteau ha logrado captar cierto apoyo dentro de la UCR, especialmente entre aquellos que valoran la moderación y evitan los extremos.

Su defensa de sus convicciones ha sido reconocida por algunos sectores del partido, aunque ha generado divisiones y tensiones en el seno del mismo.

En medio de esta controversia, Maximiliano Pullaro ha logrado mantenerse al margen, enfocado en temas relacionados con la seguridad en su provincia. Sin embargo, su postura neutral no lo exime de las disputas internas en la UCR.

Por otro lado, algunos sectores afirman que la actitud de los gobernadores y legisladores críticos responde más a consideraciones políticas de cara a las próximas elecciones que a diferencias ideológicas genuinas.

Lousteau y sus seguidores defienden su postura como una necesidad de mantener la coherencia con los valores del partido y construir una alternativa de poder.

En resumen, la votación de Lousteau en contra del DNU ha expuesto las tensiones internas en la UCR y ha generado debates sobre el rumbo y la identidad del partido en el actual escenario político.