El pasado lunes, Mauricio Macri encabezó una reunión virtual con la cúpula del PRO para analizar la estrategia electoral del partido en medio de un panorama cada vez más adverso. El encuentro, que contó con la presencia de figuras como Diego Santilli, dejó en evidencia la creciente preocupación dentro del partido fundado por Macri en 2005. La amenaza de los libertarios, liderados por Javier Milei y su hermana Karina, ha puesto en jaque al PRO en la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires, dos de sus principales bastiones.
Según fuentes cercanas al PRO, Karina Milei está decidida a derrotar al partido de Macri en la Ciudad, una victoria que, según ella, sería un golpe definitivo para la estructura política que Macri construyó en casi dos décadas. La ausencia de Jorge Macri en el zoom no pasó desapercibida, ya que él sería uno de los principales perjudicados si los libertarios logran su objetivo en la Ciudad.
Durante la reunión, algunos de los asistentes plantearon la posibilidad de que el PRO presente su propia lista en la provincia de Buenos Aires como una estrategia para complicar al gobierno y, eventualmente, facilitar un triunfo del peronismo. Sin embargo, las proyecciones electorales no son alentadoras. "Si vamos con lista propia sacamos 14 ó 15 puntos", comentó uno de los participantes, a lo que otro respondió con escepticismo: "Seamos realistas, si vamos solos sacamos 7 puntos en las PASO y 5 en las generales". Ante estas cifras desalentadoras, Macri, generalmente optimista, no tuvo más opción que aceptar la realidad: "Tenés razón", reconoció.
Las encuestas que maneja el PRO muestran una caída significativa en su caudal electoral tanto en la provincia de Buenos Aires como en otras provincias del norte argentino, donde el partido apenas logra alcanzar el 7% de intención de voto. La situación en el Conurbano es igualmente alarmante. Una intendenta de un municipio donde el PRO alcanzó casi el 40% en 2021 confesó que ahora apenas superan los 6 puntos.
Frente a este panorama, la cúpula del PRO evalúa la posibilidad de evitar una confrontación directa con los libertarios en la Ciudad de Buenos Aires, buscando proteger lo que queda del distrito que dio origen al macrismo. La preocupación dentro del partido es palpable, y la sombra de los libertarios se cierne cada vez más sobre el futuro de la fuerza política que alguna vez lideró el país.