En medio de la interna del PRO y la turbulencia política, Mauricio Macri decidió alejarse del bullicio de Buenos Aires, encontrando un refugio más cálido en Madrid y Londres. La semana pasada fue crucial tanto para el Gobierno de Javier Milei como para el propio ex presidente. Las medidas de política monetaria anunciadas el 28 de junio hicieron rugir los mercados, y el informe crítico de la Fundación Pensar hacia la Casa Rosada añadió tensión.
Durante este agitado contexto, Macri cruzó el Atlántico. Mientras la Asamblea del PRO sesionaba en Abasto para desplazar a Patricia Bullrich, él paseaba por la Gran Vía de Madrid junto a Nacho Bongiovanni, economista de la Fundación Libertad de Rosario. Invitaron a Macri a un evento liberal en España, donde se mantuvo al tanto de los informes desde Buenos Aires.
El 4 de julio, fecha para renovar autoridades en la Asamblea del PRO, marcó un punto de inflexión. Un acuerdo previo entre Macri y Bullrich había designado a la ministra como presidenta de la Asamblea, mientras que Macri asumía la jefatura del partido en el Consejo Directivo. Sin embargo, las diferencias políticas y la relación con Milei rompieron ese pacto y, por ende, al PRO. La sesión culminó en un escándalo, con el macrismo bloqueando a Bullrich y nombrando al diputado Martín Yeza como presidente del organismo. La ruptura fue evidente.
Las turbulencias internas del PRO, junto con las fricciones entre Macri y Milei, generaron incertidumbre sobre la participación del ex presidente en el Pacto de Mayo en Tucumán. Hasta el último momento, la presencia de Macri era una incógnita. Finalmente, desde Europa, el ex mandatario confirmó su asistencia.
La foto de unidad nacional promovida por la Casa Rosada coincidió con días de tensión en el PRO. Macri, buscando diferenciarse, optó por aislar a Bullrich, exacerbando la interna partidaria y su relación con Milei. Sin embargo, Macri mostró cortesía política y se presentó en San Miguel de Tucumán para un abrazo diplomático con Milei. Otros ex presidentes, como Cristina Fernández de Kirchner, Alberto Fernández y Eduardo Duhalde, declinaron asistir, dejando a Macri como el único ex mandatario electo presente.
La chispa que encendió las diferencias entre Macri y Milei fue el informe de la Fundación Pensar, revelado por Infobae. María Eugenia Vidal, presidenta del think tank del PRO, firmó un documento crítico sobre los primeros seis meses del Gobierno de Milei, generando irritación en la Casa Rosada. Manuel Adorni, vocero presidencial, respondió displicentemente, minimizando la importancia del informe.
Este contexto político marcó el inicio de una nueva etapa. Con la "Segunda Fase" del Gobierno de Milei en marcha, Macri activó su estrategia para el PRO. Planea un gran acto político en agosto, convocando a dirigentes, intendentes y gobernadores del PRO, demostrando fuerza de cara a 2025. Además, marcará diferencias con el Gobierno en temas específicos, apoyando a Milei con autonomía.
Macri también impulsará una agenda legislativa propia y discutirá las leyes presentadas por la Casa Rosada. Observa de cerca las nominaciones de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla a la Corte Suprema, promovidas por Milei, mostrando reparos que hará públicos.
Finalmente, Macri busca darle un enfoque más federal al PRO. Ignacio Nacho Torres, gobernador de Chubut, propuso una reunión de la Mesa política del PRO en su provincia, esperando que se concrete en el segundo semestre con la presencia del ex presidente.
El PRO, bajo la "Segunda Fase" de Macri, se prepara para nuevos desafíos y un futuro político renovado.
Fuente: infobae.com