“¿Quién defiende a mi hijo?”, se preguntó Marina Charpentier, mamá de Chano en la segunda jornada de reflexión y debate sobre la Ley de Salud Mental que se realizó en el Senado de la Nación. “Estoy acá porque soy la mamá de alguien que está enfermo con la enfermedad de la adicción. Y creo que es un privilegio que yo pueda tener esta voz hoy y voy a hablar en nombre de tantas mamás que me escriben, me piden por favor, me imploran que hable por ellas. Yo, lamentablemente todos saben lo que viví el año pasado, pero yo eso lo vivo hace 20 años. Mi hijo tiene 40 años y hace 20 años que sabemos que es adicto”, se presentó con tristeza.
El ex líder de Tan Biónica está internado en la Clínica Avril para tratar sus adicciones, días antes -desde el lunes 23- había estado en el Sanatorio Otamendi, pero el periplo para que pudiera ser tratado esta última vez comenzó hace varios días. “Les voy a contar lo que fueron las últimas dos semanas de mi vida. Tengo dos certificados que dicen que había riesgo inminente”, dijo su madre y relató: “Hace un mes estaba solo en su casa en Capilla del Señor consumiendo, llamé a las ambulancias nuevamente con el terror que me daba iniciar un protocolo de internación después de que mi hijo recibió un balazo”.
Dijo que en ese momento ella tenía a su marido muy grave y que por eso ella estaba a la distancia: “(Chano) me mandaba mensajes que decían ‘no puedo más, no me mato por ustedes pero tengas cuidado con mi sensibilidad, no puedo más’. Esa mañana él salió y vio las ambulancias y me dijo ‘¿de verdad mamá otra vez las ambulancias? Te amo’”. Fue entonces que él se escapó. “Fracasé otra vez. Estaba con mi marido muriéndose y mi hijo diciendo ‘‘ojo’. Ya murió un padre y mi marido es otro”.
“Días después me dicen si estoy dispuesta a llamar al 911, digo que sí. Vienen las ambulancias por 24 horas para que esto no saliera mal otra vez. Llamo y la chica que me atiende me pregunta qué tiene, le digo que ponga brote psicótico si quería, pero que vinieran, y a los diez minutos pone en Twitter ‘me acaba de llamar la mamá de Chano…’, esta es la persona a la que llorando le pedía una ambulancia”, dijo entre lágrimas.
Fue entonces que las ambulancias fueron junto con los médicos y abogados de la prepaga: “No era peligroso. Me decía ‘no puedo más’. Pasaron ocho horas y no llegó el patrullero. Me dijeron (los médicos de las ambulancias) que necesitaban una orden de allanamiento. Yo seguía en Capital con mi marido internado”. En ese momento, ella les pedía por favor: “Llévenlo, está en el sillón durmiendo, pónganle chaleco de fuerza, dénle una inyección, atenlo, llévenlo porque necesita ayuda, no quiero estar en el velorio de mi hijo, no sé qué más hay que hacer”.
“Me dicen que él tiene que tener voluntad de internarse, ¿de verdad hay que ir con una orden de allanamiento para salvarle la vida a un hijo? No quiero gritar, perdón -dijo, nerviosa- pero, ¿cuál es el derecho de mi hijo?”, se preguntó. Ya en Buenos Aires y juntos, él seguía mal: “El lunes pasado me dijo ‘mamá no puedo más’ y le dije subí al auto que vamos al Otamendi. Y lo logré”.
“El quería estar bien, sé que está enfermo y no puede dejar porque solo no se puede. Intentó escaparse del Otamendi desnudo con calzoncillo y bata, empezó a llamar remiseros para que le trajeran ropa, zapatillas, que se escaparía por el tercer piso. Y puse en alerta al sanatorio, había 14 personas cuidando y él llamó al 911, fue el 911 al Otamendi, no cuando pedí ayuda porque estaba tirado y se quería matar y el psiquiatra tuvo que declarar para poder darle una inyección para bajarlo y que no se escapara a seguir consumiendo”, continuó su relato.
Tras el intento de huida, estuvo una hora a solas con su médico hasta que finalmente le dijo que le diera la inyección: “Gracias a eso está internado. Es una de tantas que tengo para contar. El equipo interdisciplinario lo tengo porque lo pago, pero ¿qué hacen las mamás que no tienen plata? Y sobre cuánto tiempo tiene que estar internado, cada paciente es único”.
Para cerrar dijo que su hijo consumía solo marihuana: “Genera adicción, les pregunto además de que estoy a favor de alcoholemia cero, ¿por qué no hacen test a todas las personas que manejan? Tengo seis hijos de treinta y pico y me dicen que sus amigos fuman y manejan, la marihuana es veneno y mi hijo consume marihuana. Espero que hablemos de salud mental y que las personas que hablen de la ley sean personas idóneas porque tendrán en sus manos la salud de nuestros hijos y familias. Todos tenemos responsabilidad, la adicción es una pandemia, qué hacemos con nuestros hijos que necesitan alcohol, marihuana y otras cosas para pasarla bien. La adicción es falta de proyecto, tristeza y desolación”.