En La Plata ya no podés comprar ni un auto nuevo: si vas a Zingaro te duermen
En noviembre de 2023, Valentino Santoro se embarcó en un plan de 68 cuotas para adquirir un Volkswagen Polo Track en la concesionaria oficial Vicente Zingaro e Hijos, ubicada en La Plata. Sin embargo, lo que comenzó como una emocionante adquisición, rápidamente se transformó en una serie de problemas y frustraciones para el joven comprador.
"Me entregaron el auto en mayo y a las dos semanas comenzó a hacer ruidos en el tren delantero", relató Santoro en una entrevista. "Me decían que era normal. Además, la pintura en la tapa del combustible estaba saltada y cuando lo llevé al taller, la cambiaron por la de otro 0km, quién sabe a quién le tocará esa ahora".
Los problemas no terminaron ahí. Según Santoro, el volante del vehículo se desviaba constantemente, primero hacia la derecha y luego hacia la izquierda, a pesar de haberlo alineado varias veces. Los frenos, el embrague y los topes del baúl también presentaron fallas recurrentes. El vehículo ingresó en varias ocasiones al servicio oficial con diferentes problemas, y la última visita fue el miércoles 12 de junio, cuando Santoro se quejó de la falta de fuerza del motor, el persistente "golpeteo" en el tren delantero y una capa de pintura extremadamente fina.
"El viernes 26 me devolvieron el auto y al rato me di cuenta de que el techo estaba rayado y con hologramas. Resulta que una paloma hizo caca en el techo y la pintura se salió. En Zingaro me lo devolvieron con un trabajo de cerámico y pulido que iba de cortesía, pero lo hicieron mal. Después me enteré que al trabajo lo había hecho un chico que tiene mala reputación por sus trabajos de baja calidad. Él no tiene la culpa, sino Zingaro que lo contrata para una marca tan conocida como Volkswagen. Les termina perjudicando la imagen", explicó Santoro. "Después de descubrir esto, volví a llevarlo el último lunes. Cuando iba al taller, el auto se me apagó en la calle y estuve cinco minutos tratando de encenderlo de nuevo".
El 14 de junio, solo dos días después de haber dejado el auto en el taller, ocurrió una situación insólita que llevó a Santoro a hacer pública su experiencia y a denunciar a la concesionaria. "Un amigo me escribió diciendo que me había visto cerca de su trabajo y que no lo pasé a saludar. Le respondí que no era yo y me envió un video. Vio cómo dos personas llegaron con mi auto, frenaron, uno se bajó a buscar otra unidad y se fueron. Lo usaron como remís", contó Santoro.
"Cuando fui a la concesionaria me lo negaron hasta que les mostré el video y tuvieron que admitirlo. La verdad es que si me hubieran dicho 'che Valen, vamos a sacar el auto para probarlo y de paso llevo a un compañero', yo no tendría problema. El tema es que no me dijeron nada y si pasa algo con el auto mientras está en la calle, será un problema porque ellos no están autorizados por mí y además el auto no puede ser usado con ese fin", agregó.
Santoro señaló que todas sus visitas al taller y sus reclamos están registrados en la empresa, pero mencionó que hay aspectos que no se registran oficialmente, como el mal trabajo realizado en el techo o los cambios en el tren delantero.
"En Instagram han limitado los comentarios en sus publicaciones para que no se pueda escribir. Hay mucha gente enojada por distintos temas, y yo no tengo nada en particular contra ellos, solo quiero que solucionen esto", expresó Santoro, quien ha pagado siete cuotas de las 68 que tiene el plan. Cada cuota tiene un valor de $350.000, incluyendo el seguro proporcionado por la concesionaria.
Actualmente, el Polo de Santoro sigue en el taller de la concesionaria, y él ha solicitado que le cambien el auto por otro igual. "Vamos a tratar de solucionar todo. La verdad es que está difícil. Y en caso de que no se pueda solucionar iremos a juicio. No pierdo el tiempo con el juicio, lo único que probablemente pierda es la movilidad, pero bueno, otra cosa no se puede hacer", concluyó.