Faltaban cuatro para las 10 de la mañana cuando la escuela Lenguas Vivas de Palermo se vio revolucionada por el arribo de Mauricio Macri, que fue abordado por una gran cantidad de curiosos que se acercaron para sacarse una foto. Rápidamente, el ex Presidente ingresó en el centro de votación, donde no se permitió la entrada de la prensa.

Su paso por el cuarto oscuro fue rapidísimo: a las 9.59 salió a la calle, con un paquete de facturas en mano que entregó a los periodistas, y se prestó a hablar con los medios de comunicación

“Es un día muy lindo, hay que festejar porque nuevamente podemos elegir. Espero que todos vengan a votar, que nadie se resigne y exprese una vocación de esperanza, de cambio y de futuro”, fueron sus primeras palabras, que claramente apuntaban a activar al votante de Juntos por el Cambio que tiene dudas porque está desencantado y no termina de sentirse representado por la opción opositora que tiene en este balotaje.

En ese contexto, el ex Presidente buscó llevar un mensaje optimista y contó que “en el cuarto oscuro estaba todo bien, quedaban pocas boletas de Javier Milei. Además contó que anoche habló con el candidato libertario y lo notó “muy tranquilo”.