Melchor Romero es un verdadero infierno. Los vecinos no paran de reclamar a la Delegación Municipal a cargo de Lionel Chiappe, todo tipo de respuestas que no obtienen. Calle intransitables, escasa iluminación, ramas y basura que no retiran los camiones municipales, inseguridad, abandono y desidia. Con esa amplitud de espectro se suceden las solicitudes sin solución que preocupan y enloquecen a los vecinos de la localidad más poblada del oeste platense.

Por eso, esta semana la esquina de 520 y 179, a pocos metros del acceso al Hospital provincial Alejandro Korn, donde trabajan y circulan decenas de miles de personas por día, se transformó en un verdadero pandemonium, con vecinos cortando la avenida que lleva a la Ruta 2, a la localidad de Abasto, al Paque Industrial La Plata, a la carcel más segura del país donde, por ejemplo, se encuentran los rugbiers asesinos de Villa Gesell.

Los vecinos se quejan porque aseguran que el delegado Lionel Chiappe no les da respuestas y para colmos lo acusan de mandarlos a reprimir con la policía por reclamar cortando una calle.

Lunes, martes y miércoles previos al fin de semana largo, quemaron gomas, ramas y otras cosas combustibles sobre el asfalto, y también invitaron a los medios de comunicación más importantes de la zona, que en su mayoría “se escondieron para no quedar mal con el municipio”, afirman los vecinos.

La gente está cansada de las actuales autoridades a cargo de la Delegación Municipal ubicada en 520 y 167 Bis, con el teléfono 0221 478-6005, desde donde no se ofrecen soluciones a los temas importantes y urgentes; y según los vecinos solo arman jornadas especiales para ofrecer servicios que casi nadie reclama y son verdaderos fiascos, ya que participan solamente los funcionarios y sus amigos.

“Sin embargo, para aparatear arman una escenografía propia de un set de filmación de una película europea, con los costos que ello implica, en vez de arreglar las calles, cambiar las luces rotas que generan la oscuridad en la que se mueven como pez en el agua los ladrones generando una inseguridad propia del Conurbano profundo”, aseguró Laura, una vecina que en pleno reclamo se acercó a dialogar con nuestro cronista.