El actual Presidente de la Nación Argentina, Javier Milei, asumió su cargo el pasado 10 de diciembre, pero su trayectoria no siempre estuvo ligada a la política y la economía. Cuando era adolescente, Milei soñaba con ser arquero profesional y estuvo cerca de lograrlo. Su paso por el fútbol juvenil dejó huellas y anécdotas que revelan una faceta menos conocida del mandatario.
Antes de adentrarse en el mundo de los números, Milei, con 15 años en 1986, se unió a San Lorenzo de Almagro, donde jugó hasta abril del año siguiente. Durante ese tiempo, se destacó como capitán de Los Forzosos de Almagro, llevándolos a la victoria en la Sexta División al vencer por 4 a 1 a Huracán en la final.
Su apodo "El Loco" lo ganó durante esos años, gracias a su estilo atrevido y su particular forma de atajar, que incluía salir a cortar afuera del área. A pesar de sufrir lesiones, Milei demostró valentía y determinación, características que más tarde marcarían su incursión en la política.
La familia de Milei, especialmente su hermana Karina y su padre Norberto, siempre estuvo presente en sus partidos, mostrando un apoyo incondicional a su sueño futbolístico. Aunque abandonó el fútbol a los 18 años para estudiar economía, su experiencia en el campo de juego contribuyó a forjar su carácter y disciplina.
La conexión entre Milei y sus compañeros de equipo persiste, con anécdotas y recuerdos compartidos en un grupo de WhatsApp. Aunque el presidente abandonó el grupo cuando su carrera política tomó vuelo, sus excompañeros celebran su éxito y recuerdan al "Loco" que, en su juventud, soñaba con detener goles en lugar de dirigir un país.