En octubre, el Poder Ejecutivo Nacional promulgó la Ley de Alquileres (N° 27.737), estableciendo contratos de tres años y pagos en moneda nacional. No obstante, el presidente electo, Javier Milei, anunció que derogará la norma. Esta medida, que había generado esperanzas entre inquilinos, es vista como una potencial amenaza al acceso a la vivienda.
La Asociación Platense de Inquilinos había destacado la importancia de la ley como freno a propuestas más perjudiciales para los inquilinos. Sin embargo, ante la posible derogación, el presidente de la asociación, Diego Fernández Camillo, expresó su preocupación, señalando que esto podría empeorar la situación del mercado de alquileres.
Fernández Camillo advirtió que cada vez hay menos viviendas disponibles para alquilar, y los precios se disparan. Ante esta situación, planteó la posibilidad de organizar protestas para exigir precios razonables basados en la escala salarial. Además, señaló que las inmobiliarias en La Plata están contribuyendo a la desaparición del pequeño propietario, incapaz de sostener inmuebles sin ingresos por alquiler.
La derogación de la Ley de Alquileres, anunciada por Milei, genera incertidumbre en el mercado inmobiliario y plantea desafíos significativos para los inquilinos en busca de viviendas asequibles. La situación podría intensificar la presión en un mercado ya tenso y con dificultades de acceso a la vivienda.