Javier Milei, anunció una pausa en la ejecución de obras públicas hasta analizar detenidamente su progreso y condiciones. El presupuesto para 2024 será una extensión del año anterior, lo que implica un ajuste significativo que afectará proyectos iniciados bajo la administración de Alberto Fernández.
El Ministerio de Infraestructura, dirigido por Guillermo Ferraro, estableció criterios claros para el nuevo esquema de obra pública. La prioridad se otorgará a aquellas con "alto grado de avance físico", independientemente de su tamaño o importancia. Las obras financiadas privadamente o por organismos internacionales estarán exentas de la pausa.
Con aproximadamente 4000 obras en curso, el gobierno se centrará en completar aquellas cercanas a su conclusión. La determinación se basará en el avance físico, y se buscará financiamiento privado para proyectos inconclusos. Milei ha aludido al modelo de obra pública chileno, donde el sector privado asume la responsabilidad de inversión, y el estado decide sobre la explotación posterior.
Este cambio en la estrategia de obra pública busca una gestión más eficiente y prioriza la finalización de proyectos con avances significativos, reflejando la visión del presidente de impulsar un enfoque más orientado al sector privado en el desarrollo de infraestructura en Argentina.