En una sorpresiva inclusión en el "decretazo" emitido por Javier Milei, el presidente propuso la posibilidad de que los clubes de fútbol argentino se conviertan en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Aunque Milei enfatizó la elección voluntaria, la medida generó rechazo y encendió alarmas en el mundo del fútbol.

La propuesta de Milei sobre las SAD en el fútbol evoca los intentos de Mauricio Macri en 1993, pero esta vez el contexto político y deportivo plantea un escenario de resistencia. En una entrevista, Milei expresó su preferencia por el modelo inglés y cuestionó la resistencia a cambiar: "¿A quién carajo le importa quién es el dueño si le ganás a River cinco a cero y sos campeón del mundo?".

La reacción de la AFA no se hizo esperar. Juan Pablo Beacon, Secretario del Consejo Federal, explicó en 5 puntos la inconstitucionalidad del decreto en relación con el fútbol, argumentando que no es necesario ni urgente, y que la referencia específica revela una intromisión política a los asuntos de la AFA, prohibida por la FIFA.

Las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) son empresas orientadas al lucro, donde los inversionistas toman el control. Los socios no participan en decisiones, y la responsabilidad recae en accionistas. Esta propuesta abre la puerta a inversiones extranjeras y la posibilidad de cotizar en bolsa para financiar las actividades de los clubes.

El Estatuto de AFA define a los clubes como asociaciones civiles con personería jurídica, lo que choca con la propuesta de SAD. La medida de Milei podría enfrentar resistencia y desafíos legales en el ámbito deportivo y político del fútbol argentino.