La disputa por el liderazgo de la barra brava de Lanús ha desatado una compleja red de acusaciones, corrupción policial y violencia, revelando un escenario peligroso en el Sur del Gran Buenos Aires. Todo comenzó con un tiroteo fatal el año pasado en la Plaza Sarmiento, a pocos metros del estadio, desencadenando una serie de arrestos y testimonios que exponen la oscura realidad detrás del control de las tribunas.
El testimonio de Enzo Molina, un exmiembro de la barra, ha sacudido los cimientos del caso, revelando detalles sobre la organización interna y las conexiones con altos funcionarios del club y la policía local. Molina describió cómo se gestó el enfrentamiento en la plaza y señaló la presunta implicación de autoridades policiales en encubrir los hechos y proteger a los líderes de la barra.
Las declaraciones de Molina, junto con las acusaciones de filtración de información desde el juzgado, han elevado las tensiones en la comunidad y han generado preocupaciones sobre la seguridad de los testigos y sus familias. El abogado de Molina y su hermano, Fernando Sicilia, ha exigido una investigación sobre la presunta violación de la confidencialidad del testimonio.
El fiscal Martín Rodríguez continúa investigando el caso, con la detención de varios líderes de la barra y la solicitud de captura de otros prófugos. Además, está analizando posibles delitos cometidos por funcionarios policiales y dirigentes del club. La complejidad y el alcance de esta investigación plantean interrogantes sobre hasta dónde se podrá llegar para desentrañar la verdad detrás del control de la barra de Lanús.
Fuente: infobae.com