Mientras los ojos de Argentina se fijaban en las elecciones, Racing cerraba un acuerdo millonario con implicaciones futbolísticas y de ensueño. El club de Avellaneda alimenta la ilusión de tener a Lionel Messi jugando en su estadio, el Cilindro.
El contexto de este sueño se vincula con la reciente venta de Tomás Avilés al club de La Florida en una operación de 9 millones de dólares. Este futbolista de 19 años, uno de los más caros en la historia del club, sería la puerta de entrada a Miami para la Academia, bajo el liderazgo de su presidente, Víctor Blanco.
Blanco no solo ve la pretemporada en Miami como una oportunidad de preparación, sino también como una ocasión para enfrentar al Inter de Miami en un partido a puertas abiertas. Sin embargo, el sueño no se limita a Estados Unidos, ya que el presidente expresó su anhelo de que Messi juegue en la cancha de Racing en Argentina.
Esta noticia se une a la emotiva despedida de Avilés, quien dejó una importante suma de dinero al club y manifestó sus sentimientos hacia Racing en una carta compartida en su cuenta de Twitter. El defensor central destacó la importancia del club en su formación y mostró su gratitud hacia quienes lo acompañaron en su camino futbolístico.