Tras las intensas lluvias del pasado jueves, la memoria de la trágica inundación de 2013 resurge en La Plata, generando debates sobre las obras hídricas y la preparación de la ciudad para enfrentar futuros eventos climáticos.
El ingeniero hidráulico y docente de la UNLP, Pablo Romanazzi, responsable de los mapas de riesgo hídrico de la Municipalidad, destaca la necesidad de estar preparados ante una eventual supertormenta.
Romanazzi detalla que se han creado mapas de peligrosidad específicos para 522 barrios de la ciudad, permitiendo a los vecinos conocer qué medidas tomar en caso de inundaciones. Los mapas proporcionan recomendaciones específicas sobre zonas críticas, rutas de acceso y puntos de evacuación. Además, el experto subraya la importancia de la preparación ante un problema que se anticipa como recurrente en la ciudad.
El ingeniero enfatiza que las inversiones son necesarias para enfrentar los riesgos de inundación. A pesar de las obras realizadas que han aumentado la capacidad de drenaje del sistema hídrico, destaca que aún queda trabajo por hacer. Romanazzi subraya que el enfoque está en reducir el riesgo de inundaciones en lugar de evitarlas por completo.
Con el Plan de Reducción del Riesgo de Inundaciones en marcha, la ciudad ahora se enfoca en los barrios con mayor riesgo. Se planean recorridas y capacitaciones para formadores, así como priorizar la atención a los barrios más críticos. Romanazzi menciona que existen asentamientos informales en zonas históricamente inundables y que el desafío es preparar a estos sectores vulnerables.
Los proyectos ejecutivos para la segunda y tercera etapa de las obras hídricas en La Plata ya están finalizados, pero todavía deben licitarse y financiarse. A medida que la ciudad trabaja en mejorar su preparación ante inundaciones, la inversión en infraestructura y la educación de los ciudadanos se vuelven fundamentales para afrontar eventos climáticos futuros.