La policía de la ciudad intervino rápidamente el domingo por la noche en el estacionamiento de un shopping en Devoto, donde una niña de cuatro años fue encontrada desmayada en el interior de un auto. Alertados por un llamado de emergencia, los agentes llegaron al lugar y, tras varios intentos fallidos de despertar a la menor, rompieron una de las ventanillas para rescatarla. La pequeña fue asistida por el SAME y, luego de una revisión médica, se le devolvió a sus padres con la intervención del Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes.
El hecho, que según los padres ocurrió en "pocos minutos", pone en debate la responsabilidad adulta en situaciones donde un simple descuido puede transformarse en tragedia. Las autoridades, sin embargo, señalan que el tiempo transcurrido podría haber sido mayor, lo cual agrava la percepción de negligencia en el cuidado infantil.
Este caso trae a la memoria el trágico antecedente de un niño en Neuquén, quien falleció tras quedar seis horas encerrado en un auto. En aquel entonces, el fiscal aplicó la figura de "pena natural" para el padre, considerando que el daño emocional era suficiente como castigo. Sin embargo, ¿es esto realmente suficiente para evitar futuros incidentes? La negligencia no puede quedar únicamente en el terreno de la "pena emocional", sino que debería alertar a la sociedad sobre los riesgos de un breve descuido que, como en Neuquén, puede resultar irreversible.