Los Smart Cars, lejos de ser vehículos discretos, se han convertido en potenciales invasores de la privacidad, siendo objeto de hackeos y recopilación de datos detallados de los conductores. Un informe de la Fundación Mozilla destaca que los automóviles modernos, equipados con numerosos sensores, recopilan información más detallada sobre los usuarios que cualquier otro producto en sus vidas. Investigadores analizaron las políticas de privacidad de 25 marcas de automóviles y encontraron que ninguna cumplía con los estándares mínimos de privacidad y seguridad de la fundación.
El informe revela que, en promedio, un vehículo de gama media tiene entre 4 a 10 computadoras, mientras que en los de alta gama pueden encontrarse hasta 40 computadoras. A pesar de que la mayoría de estas funciones están controladas por la Unidad de Control del Motor, la información recopilada va más allá de la técnica, incluyendo aspectos personales como la ubicación precisa, actividad sexual y datos genéticos. Además, el 84% de las marcas estudiadas comparte o vende estos datos, con Tesla y Nissan siendo las peores calificadas por Mozilla.
Este constante rastreo y acumulación de datos plantea preocupaciones sobre la privacidad de los conductores, ya que el informe destaca la falta de alternativas técnicas para evitarlo. A pesar de que en algunos lugares, como California, se han implementado leyes de privacidad del consumidor, el control que los usuarios tienen sobre sus datos sigue siendo limitado, con solo un pequeño porcentaje de fabricantes informando a los usuarios sobre su derecho a borrar sus datos. La falta de transparencia en el cifrado de la información personal dentro de los vehículos añade una capa adicional de preocupación en un contexto donde la privacidad se ve amenazada constantemente.