Karina Analía López, una residente de Gualeguaychú de 51 años, madre de tres hijos y abogada de profesión, ha enfrentado un diagnóstico de cáncer de mama hace aproximadamente un año. A lo largo de su tratamiento, que incluyó cirugía, quimioterapia, radioterapia y medicación oral, Karina logró conservar su cabello gracias a una técnica casera llamada Cascos Fríos.
La técnica de los Cascos Fríos es casera, simple y económica. Karina y dos amigas confeccionaron los cascos utilizando sachets de geles frío-calor y cinta de embalar. Siguiendo las instrucciones de un video de YouTube explicado por otra paciente llamada Paula Estrada, Karina pudo mantener su cabello durante las cuatro sesiones de quimioterapia.
Karina señala que el tratamiento de los Cascos Fríos tiene una efectividad de entre el 75% y el 80%. Aunque el pelo se debilita debido a que la quimioterapia afecta el cuero cabelludo, la técnica ayuda a conservarlo. Karina recomienda que las pacientes con cabello largo lo corten antes de comenzar el tratamiento para obtener mejores resultados.
El proceso de cuidado del cabello continúa después de la quimioterapia, que incluye evitar tinturas, secadores y planchitas, lavados suaves con agua tibia cada diez días, y el uso de champú neutro sin parabenos. Karina, después de su experiencia exitosa, ha creado un grupo de Cascos Fríos en Entre Ríos para ayudar a otros pacientes. El grupo funciona mediante la donación de kits de geles frío-calor, y Karina espera que esta técnica pueda implementarse en hospitales para ayudar a aquellos que no pueden costear los kits por sí mismos. La historia de Karina destaca cómo las soluciones caseras y la solidaridad pueden hacer una diferencia significativa en la vida de los pacientes con cáncer.
Fuente: urgente24.com