Luego de siete años desde su última aparición en la pantalla grande, Ted regresa para conquistar nuestros hogares en una serie precuela que se estrenó el 11 de enero en Estados Unidos y el 16 de febrero en Argentina a través de la plataforma Universal+.

Con la misma irreverencia y humor ácido que lo caracteriza, el osito de peluche vuelve a hacer de las suyas en esta nueva producción que conserva el estilo de las películas, con chistes tontos, referencias a la cultura pop y situaciones disparatadas.

La serie, ambientada en la década de los '80, nos muestra a Ted que vive con su mejor amigo John Bennett (Max Burkholder - Purge 2013) en Boston. Juntos, experimentarán los altibajos de la adolescencia: amores, desamores, fiestas, drogas y, por supuesto, muchas travesuras.

Con un marcado estilo sitcom ochentero, la serie se destaca por su ritmo ágil, sus diálogos ingeniosos y sus personajes memorables. Cada uno de los siete episodios que componen la primera temporada tiene una temática propia, abordando con humor temas como la amistad, la familia, la identidad y los primeros amores.

Un festín para fans y nostálgicos

La serie es un verdadero festín para los fans de la franquicia. La producción está plagada de guiños y referencias a las películas, lo que sin duda hará las delicias de los seguidores más acérrimos.

Además, la ambientación ochentera es otro de los puntos fuertes de la serie. La música, la ropa, los escenarios y la estética general transportan al espectador a una época dorada de la televisión.

Humor ácido para no parar de reír

Si bien la serie conserva el humor irreverente de las películas, lo cierto es que se adapta a los tiempos que corren. Los chistes son más ácidos e inteligentes, y se abordan temas sociales con mayor profundidad.

En copnclusión la serie es una propuesta divertida, nostálgica y con un humor ácido que te atrapará de principio a fin. Si eres fan de las películas, no te la puedes perder.