Con cuatro décadas en la escena de los videojuegos, Tetris sigue siendo un fenómeno cultural, pero hasta enero de 2024, nadie había logrado "ganar" el juego original apilando bloques.
Leah McCoy, profesora de la Universidad Wake Forest, destacó que un adolescente finalmente logró colapsar el juego en el nivel 157, moviendo las piezas a una velocidad tal que el sistema no pudo seguir sumando puntos y se detuvo.
El Tetris, inventado por el ingeniero informático ruso Alexey Pajitnov en 1984, se basa en la manipulación de tetrominos, figuras geométricas tridimensionales compuestas por cubos.
El objetivo es completar filas horizontales y verticales para hacerlas desaparecer y liberar espacio en la pantalla. A medida que avanza el juego, las piezas caen más rápido, desafiando la capacidad de reacción del jugador.
Este juego no solo entretiene, sino que también ejercita el razonamiento espacial dinámico, una habilidad fundamental para visualizar y manipular objetos en movimiento.
Según McCoy, esta habilidad es esencial para resolver problemas matemáticos y se puede mejorar con la práctica del Tetris, lo que lo convierte en una herramienta educativa valiosa.
La geometría de transformaciones, base del Tetris, se aplica en campos diversos como la animación, la arquitectura y el cálculo. Los conceptos simples de rotación y traslación en el juego son fundamentales para comprender ideas matemáticas avanzadas, lo que demuestra que el Tetris va más allá del entretenimiento, siendo una plataforma para el aprendizaje y la exploración intelectual.