La incertidumbre sobre el futuro de la Tierra en los próximos 100 años ha capturado la atención tanto de expertos como del público en general. Según estudios recientes, uno de los cambios más significativos que se espera enfrentar es en el clima, con un aumento en la temperatura global y la posibilidad de fenómenos climáticos extremos más frecuentes y severos.
La inteligencia artificial (IA) ofrece perspectivas únicas sobre posibles escenarios futuros, anticipando transformaciones significativas en el clima, biodiversidad, urbanización, tecnología, estructura social y gobernanza. La manera en que las sociedades gestionen estos cambios determinará el futuro del planeta y de la humanidad.
La IA también prevé una transformación en los ecosistemas, con cambios en la distribución de especies y la biodiversidad. La urbanización continuará expandiéndose, lo que presenta desafíos y oportunidades para el diseño urbano, con un enfoque en la sostenibilidad y eficiencia.
En cuanto al desarrollo tecnológico, se espera una mayor integración en la vida diaria, con avances significativos en medicina, transporte y estructura laboral. Sin embargo, esto también plantea desafíos en la reasignación laboral y la necesidad de políticas equitativas.
La cooperación internacional será crucial en la gestión de avances tecnológicos y ambientales. Temas como la regulación genética, la mitigación del cambio climático y la gestión de la inteligencia artificial avanzada requerirán consensos globales para evitar riesgos para todas las formas de vida.