El robo de cartelería, la tapada de paredones y afiches, y el descuelgue de pasacalles durante las campañas políticas en la ciudad de La Plata, siempre fueron moneda corriente entre los diversos grupos de militancia de los espacios electorales en disputa.

Sin embargo, desde la llegada de los tenebrosos hermanos Bruera al poder municipal, allá por diciembre de 2007, agregaron un condimento tan inesperado como ilegar: utilizaban a los empleados municipales para anular la publicidad política callejera de sus adversarios.

Luego de esos ocho fatídicos años, que incluyeron la dramática y catastrófica inundación casi total de la capital bonaerense el 2 de abril de 2013, donde murieron al menos 89 personas, la ola amarilla de 2015, con Mauricio Macri al timón, llevó hasta las orillas platenses al peor ejemplar que pudo ofrecer la intolerancia institucional: Julio Garro.

Desde el 10 de diciembre de 2015, apenas se sentó en el aparatoso sillón que preside una enorme mesa de reuniones de tres metros de largo y 1,5 de ancho, que da espaldas a los jardines del palacio municipal sobre la esquina de 12 y 53, el ex rugbier decidió dos cosas fundamentales: hacerse millonario y humillar a sus adversarios políticos a través de la fuerza del Estado municipal. Cumplió con ambas, sobradamente.

El único que hace campaña soy yo

La agrupación Vecinos Unidos denunció que agentes de Control Urbano secuestraron cartelería que era trasladada a diferentes puntos de la ciudad para instalar mesas de charlas con los platenses.

"Control Urbano secuestró nuestra camioneta con carteles con una explicación tan amañada que nos hace pensar que les molesta que haya gente preocupada por la ciudad,  por sus problemas lejos de  la rosca y los cargos", señaló el candidato a intendente Mariano Penas

"Nosotros venimos a plantear una propuesta vecinal con mucha humildad, sin los aparatos millonarios tradicionales. Somos vecinos con pasión por la ciudad que le hablamos a vecinos, así de sencillo. Si esto molesta o pone nervioso a alguno no es nuestro problema" agregó Penas.

Recordemos que Vecinos Unidos es una agrupación vecinalista en la que confluyen integrantes del sector comercial,  institucional y profesional de la ciudad.