La violencia sigue en aumento en la campaña en Brasil a medida que se acercan las elecciones para el 2 de octubre. Un simpatizante del presidente Jair Bolsonaro asesinó a cuchillazos y hachazos a un seguidor del exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva tras una discusión por motivos políticos en un área rural del estado de Mato Grosso, informó La Nación.
La víctima, identificada como Benedito Cardoso, tenía 42 años y se había trabado en una lucha cuerpo a cuerpo con el autor del crimen, Rafael Silva de Oliveira, de 24 años. El crimen sucedió la noche del miércoles en una chacra en Confresa, un municipio de unas 30.000 personas en el estado de Mato Grosso.
Un delegado de la Policía Civil de Confresa dijo que los dos hombres estaban solos en la propiedad rural cuando se inició una “discusión por motivos políticos”.
“La víctima estaba defendiendo a Lula y el autor dijo que estaba defendiendo a Bolsonaro”, añadió.
De acuerdoun trabajo del Observatorio de Violencia Política y Electoral de la Universidad Federal del Estado de Río de Janeiro, durante el primer semestre de 2022 la violencia política dejó 40 muertos en el país.
Según informó el delegado policial, los involucrados en la pelea eran compañeros de trabajo en un planta maderera. Según la reconstrucción de los hechos, Cardoso dos Santos fue quien primero golpeó a Silva de Oliveira. Este salió corriendo tras su agresor y se apoderó de un cuchillo y un hacha con los que mató a Cardoso dos Santos.
Tras este enfrentamiento, Silva de Oliveira escondió las armas homicidas y se desplazó hasta hospital, donde solicitó atención médica, ya que presentaba un corte en la mano y otro en la frente. Ya en dependencias sanitarias, denunció haber sido víctima de un intento de robo, si bien más tarde reconoció el crimen.
Brasil vive su campaña electoral más polarizada en décadas antes de los comicios del 2 de octubre, en los que Bolsonaro buscará la reelección y Lula lidera las encuestas. El candidato de izquierda tiene el 45% de las intenciones de voto, frente al 32% del presidente de ultraderecha, de acuerdo con Datafolha. De todas maneras, los últimos sondeos dan un recorte en la ventaja del exmandatario de izquierda.
Frente al clima de crispación, la policía ha reforzado el esquema de seguridad. Tanto Bolsonaro como Lula aparecieron mítines vistiendo chaleco antibalas y evitaron el contacto próximo con seguidores.
En otro caso resonante de violencia política, el 9 de julio pasado, en Foz do Iguaçu, Marcelo Arruda, tesorero local del Partido de los Trabajadores (PT) fue asesinado a tiros en su fiesta de 50 años, que había decorado con fotos del líder de izquierda. El asesino, un policía penitenciario, disparó al grito de “Aquí es Bolsonaro”.
Además, en Goiania, la semana pasada, el policía militar Vitor da Silva Lopes disparó en la pierna al asesor empresarial Davi Augusto de Souza dentro de la Congregación Cristiana de Brasil. Según se reveló, Souza estaba disgustado con el discurso del pastor, quien predicó a los fieles a no votar “en rojo”, en referencia a los partidos de izquierda.
En tanto, esta mañana, en São Gonçalo (estado de Río de Janeiro), el bolsonarista Rodrigo Duarte, candidato a concejal en las elecciones de 2020 por el Partido Renovador Laborista Brasileño (PRTB,) fue golpeado por un simpatizante de Lula tras causar confusión en la puerta de un mitin del expresidente brasileño.