“Cuando quiere pasarse de vivo con el Congreso, se manda las mismas cagadas que los Kirchner. Muchos que bancan a Milei dicen que los gobiernos anteriores también metían mano con decretos. Claro, es verdad, pero eso muestra que están jugando con la misma camiseta. Si quieren hacer cambios en serio, como los que necesita la Argentina, tienen que ser algo bien armado y no solo porque un tipo carismático lo quiera”, tiró Loris Zanatta en una charla con Eduardo Feinmann en Radio Mitre.

Loris Zanatta ?es un historiador y ensayista italiano, catedrático de Historia de América Latina en la Universidad de Bolonia. Se graduó en Historia Contemporánea en la Universidad de Bolonia y se doctoró en 1992 en la Universidad de Turín con una tesis titulada "Del Estado liberal a la nación católica".

Zanatta dijo que si no se afianzan en un “sistema sólido”, los cambios se los va a llevar puesto la historia, y se acordó de las movidas del ex presidente Carlos Menem como ejemplo.

También, cuando le preguntaron sobre un artículo que decía que el presidente quería ser como Menem pero gobernaba como Kirchner, el profe puso en la parrilla la inclusión de Menem en el nuevo Salón de los Próceres en Casa Rosada.

“Están poniendo una versión muy recortada de la historia porque es el único presidente del siglo 20 que está ahí, eso es muy llamativo y también muy injusto. La historia se construye con todos y no solo con lo que conviene, pero es obvio que Milei se quiere parecer a él porque cree que en el siglo 20 fue la única época de liberalismo económico”, analizó.

Además, el historiador se mandó un palo en cuanto a los roces que tuvo el presidente con los periodistas que criticaron su gobierno: “Un presidente, con el puesto que tiene, que debe representar a todo el país, no puede usar su poder para bardear a periodistas. En cualquier país democrático de verdad, eso es un atentado a la libertad de expresión, es una forma de censura”.

Hace poco Milei tuvo pica pública con los periodistas Jorge Fernández Díaz, al que le dijo que escribía boludeces por llamarlo populista de derecha, y Jorge Lanata, al que le tiró por cuestionar la presencia del embajador de Israel en una reunión de Gabinete.

“Estaría bueno que el larretista Lanata se ponga al día. Jorgito, no chamuyes. En la reunión, el embajador tiró la posta de Israel y después se fue, dando inicio a la reunión en serio. Críticas, sí, pero no mintamos. ¿Hace falta inventar cosas para decir la verdad?”, le tiro por X. Este comentario, que Lanata lo tomó como una difamación, podría terminar en la Justicia.

Aunque le dio con un caño a la forma de gobernar de Milei, Zanatta rescató algunas cosas: “No soy de los que ven todo blanco o todo negro, veo muchos grises. Veo que hay cosas buenas y necesarias en lo económico, aunque no entiendo por qué siempre está tan alterado queriendo hacer el ajuste fiscal más grande de la historia”.

Y alertó: “Es importante bajar el gasto público y, por lo tanto, meterle rápido para que baje la inflación. Lo repetí mil veces, lo haría de otra manera y no entiendo por qué tanta prisa. Hay muchas cosas desordenadas”.

En ese sentido, dijo que no se prende en la “cultura política” del presidente argentino y que el “Milei anti populista” en lo económico es “re populista” en lo político.

Por otro lado, el historiador habló del “problema histórico” en Argentina de ver la política como una guerra: “Quieren armar una batalla cultural para borrar al enemigo. La política no es una guerra y tampoco una guerra religiosa. Argentina necesita, desde mi punto de vista, estabilidad política y respeto mutuo entre los actores políticos, porque la polarización siempre termina mal. Es el problema histórico de Argentina, mucho más que lo económico”.