El 12 de marzo es el día que se eligió para generar conciencia en la población sobre la importancia de las revisiones oftalmológicas y del diagnóstico precoz del Glaucoma, una afección silenciosa que se la suele llamar “el ladrón sigiloso de la visión” ya que produce pérdida progresiva del campo visual sin desarrollar síntomas en la mayoría de los casos.
p>La conmemoración de este día parte de una iniciativa conjunta entre la Asociación Mundial del Glaucoma y la Asociación Mundial de Pacientes con Glaucoma.Esta enfermedad abarca un conjunto de procesos que devienen en una neuropatía óptica: es una enfermedad en la que se produce daño progresivo en el nervio óptico, por la cual se va perdiendo irreversiblemente la capacidad de visión hasta llegar a la ceguera total si no se trata a tiempo.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el glaucoma es la segunda causa común de ceguera en el mundo.
Nadie está exento de tener esta enfermedad, aunque existen ciertos factores que aumentan el riesgo de padecerla: ser mayor de 60 años, ser familiar directo de personas con glaucoma, haber sufrido traumatismos en los ojos y la utilización de corticoides.
Al tratarse de una enfermedad que generalmente no presenta síntomas que permitan advertirla, una de las recomendaciones más importantes para que pueda ser frenada a tiempo es realizar una consulta anual con un médico oftalmólogo para descartar cualquier patología visual.
Para su diagnóstico se requiere un examen completo del ojo que incluye una tonometría (estudio que detecta la presión ocular del paciente) y un fondo de ojos (para evaluar el nervio óptico).
En el caso de tener uno o más de los factores de riesgo, será necesario realizar un análisis para la detección con mayor frecuencia.
Otra forma de prevenir el glaucoma es realizando actividad física de manera regular y moderada ya que reduce la presión ocular. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
Utilizar con regularidad gotas oftálmicas con prescripción contribuye a reducir significativamente el riesgo de que la presión ocular alta avance hasta un glaucoma.
En situaciones en las que en los ojos puedan estar expuestos, como al soldar, se debe utilizar protección. Para evitar dañar los ojos, también se recomienda no comprar anteojos en cualquier lado. Y menos sin receta.
Si bien la pérdida de visión ocasionada por el glaucoma no se puede recuperar, su progreso se puede detener con un tratamiento adecuado. Una vez detectada, puede tratarse con gotas, medicación oral, láser y llegado el caso, cirugía.
Además de la medicación antiglaucomatosa, a aquellos que lo padecen se les sugiere no tomar café en exceso, ni ingerir mucho líquido en poco tiempo. Algunas medicaciones como los corticoides administrados por vía general también pueden aumentar la presión del ojo. Fuentes: lamovidaplatense.com e infocielo.com