Desde junio de 2024, los vecinos de 522 entre 3 y 4, en Tolosa, viven una verdadera pesadilla sanitaria. La obstrucción de un caño maestro de las cloacas ha convertido sus hogares en escenarios de anegamientos, olores insoportables y exposición directa a efluentes cloacales, según relataron en una carta enviada a medios locales.

A pesar de innumerables reclamos y de una intimidación oficial emitida por la Dirección Provincial de Calidad y Control Técnico en agosto pasado, la empresa ABSA no ha resuelto el problema. Este incumplimiento flagrante ha dejado a los vecinos sumidos en el estrés, la impotencia y un estado de vulneración de derechos básicos, como el acceso a un ambiente sano y seguro.

La inacción de ABSA resulta especialmente indignante, considerando que el reglamento del usuario establece que los derrames de efluentes deben ser atendidos en un plazo máximo de 24 horas. Sin embargo, los vecinos señalan que llevan seis meses lidiando con una situación que no solo es antihigiénica, sino también peligrosa para la salud pública.

Es imperativo que ABSA y las autoridades pertinentes, como la Defensoría del Pueblo y el Concejo Deliberante, tomen cartas en el asunto. La falta de acción ante una crisis de esta magnitud no solo pone en riesgo a los vecinos afectados, sino que también refleja una grave negligencia institucional.