¿Sabés que hace poco un equipo de arqueólogos encontró algo que podría cambiar toda la historia del Vaticano? En pleno corazón de Roma, bajo la Plaza San Giovanni in Laterano, apareció una antigua residencia papal medieval que pocos conocían. Este hallazgo abre la puerta a entender mejor la residencia papal medieval y cómo se formó el poder de la Iglesia Católica.
El descubrimiento fue justo en la Plaza San Giovanni in Laterano, un lugar súper importante para la historia del Vaticano y para la misma Roma. Ahí se encuentra la famosa Archibasílica de San Juan de Letrán, que es la iglesia más antigua del mundo cristiano. Durante las obras preparatorias para el Jubileo Vaticano 2025, las excavaciones sacaron a la luz muros y estructuras medievales que estaban enterradas hace siglos.
El equipo de arqueólogos desenterró muros hechos con toba volcánica, un material que usaban en la Edad Media para construir fortalezas. Estas paredes fueron parte de un complejo que funcionó como la residencia oficial de los papas entre los siglos IX y XIII, antes de que el papado se mudara a Aviñón en 1305.
Este complejo, llamado el Patriarcado, no solo fue la casa de los papas, sino también un lugar estratégico para defenderse en tiempos de peleas internas y amenazas externas. Esto muestra la importancia que tuvo esa zona para el poder eclesiástico durante mucho tiempo.
Este descubrimiento obliga a repensar la historia del Vaticano y el origen de su poder. Muchos creían que el Vaticano se consolidó recién en el siglo XX, después de los Pactos de Letrán en 1929, pero este hallazgo demuestra que Roma ya era el centro del poder papal mucho antes.
La residencia papal medieval encontrada revela que la autoridad pontificia se construyó durante siglos en esa misma zona, mucho antes de lo que se pensaba. Así, este hallazgo en la Plaza San Giovanni in Laterano no solo tiene valor arqueológico, sino que también cambia nuestra mirada sobre la historia de la Iglesia y su sede en Roma.