Con el mercado de alquiler en expansión y el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70 en vigor, los inquilinos tienen más opciones que nunca para encontrar su hogar ideal. Sin embargo, antes de firmar un contrato, es esencial considerar una serie de aspectos para garantizar una experiencia de alquiler satisfactoria.
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es el estado de mantenimiento del inmueble. Aunque la oferta ha aumentado, algunos propietarios pueden tener expectativas de precios elevados sin mantener adecuadamente la propiedad. Por ello, es recomendable inspeccionar detenidamente el inmueble antes de firmar el contrato, revisando los artefactos, el suministro de agua y otros aspectos clave.
En el actual escenario económico argentino, es crucial evaluar cuidadosamente los términos contractuales antes de ocupar una propiedad. La capacidad del inquilino para cumplir puntualmente con el pago del alquiler es fundamental, considerando tanto el monto como la fecha de vencimiento del pago.
La elección del índice de ajuste para los contratos de alquiler también es un aspecto relevante. Mientras algunos índices reflejan una inflación menor, los propietarios generalmente prefieren aquellos que se ajustan al Índice de Precios al Consumidor (IPC) elaborado por el INDEC.
Sin embargo, a pesar de la creciente oferta, el alto costo de los alquileres y la exigencia de garantías propietarias complican la situación para muchos inquilinos. Alternativas como el seguro de caución pueden ser soluciones prácticas, aunque no siempre son aceptadas por los propietarios y tienen un costo adicional.
Es esencial prestar atención a diversos factores antes de decidirse por una propiedad. La duración del contrato, la periodicidad y método de actualización de precios, y el estado real de la propiedad son aspectos que deben considerarse cuidadosamente.
Pensar en la vivienda como un bien social implica diseñar políticas públicas que frenen la concentración inmobiliaria y implementar estrategias de compensación para los inquilinos. Negociar contratos con términos claros y ajustes basados en índices fiables puede proporcionar estabilidad y previsibilidad a los inquilinos.