El desafío de un nuevo comienzo: la lucha por la libertad y la prosperidad en Venezuela

El domingo, Venezuela enfrenta un momento decisivo. Mientras el régimen de Nicolás Maduro se aferra al poder, el movimiento democrático, liderado por Edmundo González, se moviliza para lograr un cambio profundo.

26-07-2024 - Por Primera Página

El desafío de un nuevo comienzo: la lucha por la libertad y la prosperidad en Venezuela

Los venezolanos estamos apostando todo en las elecciones del domingo. Ante la intención del presidente Nicolás Maduro de mantenerse en el poder durante seis años más, el movimiento democrático ha trabajado de manera constante para construir un camino hacia un cambio profundo con Edmundo González como nuestro candidato presidencial.

Nuestros compatriotas están cansados del odio, la coerción, la corrupción y la miseria que han caracterizado 25 años de tiranía y políticas económicas destructivas bajo el señor Maduro y su predecesor, Hugo Chávez. Estas circunstancias han llevado a que aproximadamente una cuarta parte de nuestra población haya emigrado, incluyendo a cientos de miles hacia los Estados Unidos.

Una abrumadora mayoría de venezolanos está lista para el cambio, un sentimiento palpable en todo el país. A pesar de la escasez de electricidad y combustible y el acoso constante del régimen de Maduro, un gran número de personas está participando en nuestros actos de campaña. Hace solo un año, la desesperanza predominaba, con el aumento de la migración a través del Tapón del Darién y una oposición sin líderes claros.

Las encuestas creíbles confirman nuestra inminente victoria. Incluso las estimaciones más conservadoras sugieren que el apoyo a la oposición es el doble del que tiene el actual presidente, con algunas encuestas indicando un margen de 47 puntos porcentuales.

El régimen ha hecho que estas elecciones no sean ni libres ni justas ni verdaderamente competitivas. Maduro no tiene forma viable de ganar honestamente y depende de elecciones simuladas que se presenten como hechos consumados en Venezuela y, en algunos casos, fuera de ella. Aunque pueda intentar manipular la realidad después de las elecciones, sus días en el poder están contados.

Hemos organizado la mayor red de observación electoral ciudadana en la historia del país. Maduro será derrotado y deberá aceptar la voluntad del pueblo venezolano.

Hemos propuesto negociaciones con él y su entorno para permitir una transición pacífica del poder. Esta es la mejor oportunidad para que el régimen llegue a un acuerdo con nosotros. Las garantías políticas son necesarias para sanar las heridas y conducir a nuestra nación de regreso a la democracia. Para enfrentar el pasado, debemos enfocarnos en el futuro.

Nuestro primer paso será restaurar la libertad, la democracia y el estado de derecho. Esto incluye la libertad de expresión, medios de comunicación libres, la independencia de los poderes públicos y el acceso igualitario a la justicia para todos los ciudadanos.

Con el tiempo, imaginamos un gobierno más pequeño y eficiente. Restableceremos relaciones internacionales con todas las naciones, especialmente con los países democráticos y dentro del hemisferio americano. Aspiramos a contar con un ejército profesional y moderno para salvaguardar nuestra soberanía.

Es crucial abordar la crisis humanitaria que ha dejado a la mayoría de los venezolanos viviendo por debajo de la línea de pobreza y con una economía estancada. Nuestro plan económico, denominado estabilización expansiva, restablecerá el orden y reiniciará el crecimiento. Se abordarán las causas fiscales y monetarias de la inflación y la devaluación de la moneda. El nuevo gobierno garantizará la protección de los derechos de propiedad y desarrollará una economía de mercado.

Fomentaremos la expansión económica mediante inversión pública y privada en infraestructura y servicios públicos. Este plan de inversión generará empleos y mejorará la productividad, ayudando a superar la pobreza y expandir la clase media.

Venezuela se convertirá en el centro energético de las Américas. Renovaremos la producción petrolera para financiar la reconstrucción del país y desarrollaremos nuestras vastas fuentes de energía hidroeléctrica limpia para alcanzar la meta de cero emisiones netas y avanzar en la transición hacia la energía verde.

El nuevo gobierno reintegrará a Venezuela en los mercados internacionales, negociará un programa financiero y técnico con el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, y reestructurará la significativa deuda pública del país, que equivale a casi el 160 por ciento de nuestro producto interno bruto a partir de 2022.

Este es el país que soñamos. Esta es la nación que construiremos. No será fácil y podría llevar años, pero creemos que es posible, comenzando con el acto cívico de votar y continuando con la aceptación de los resultados.

Nadie puede impedir que nuestro pueblo haga realidad un nuevo comienzo. Esta lucha es un camino de redención. Nuestra aspiración común es traer a nuestros hijos de regreso a casa, reunir a nuestras familias y vivir con orgullo en nuestro propio país, Venezuela. Esta es la verdad que prevalecerá.