MISIONES | El dictador Rovira en la cuerda floja: la rebelión policial limó su conducción
La reciente revuelta policial en Misiones, que finalizó con un acuerdo tras intensas negociaciones, ha expuesto las grietas de un sistema político que lleva dos décadas en el poder, liderado por el ex gobernador Carlos Rovira y su Frente Renovador de la Concordia (FRC).
Aunque los uniformados fueron quienes encendieron la mecha, las docentes fueron las primeras en desafiar abiertamente la autoridad de Rovira, quien se ha mantenido en las sombras, manejando los hilos del poder.
El conflicto se intensificó cuando los empleados públicos, la mayoría cobrando salarios por debajo de la línea de pobreza, comenzaron a manifestar sus reclamos salariales directamente en la casa de Rovira. Este enfrentamiento puso en primer plano al líder del FRC, cuya figura no había sido tan cuestionada desde su histórica pelea con el obispo Joaquín Piña a principios del siglo XXI, que bloqueó la reelección indefinida en la provincia.
A lo largo de estos 20 años, Rovira ha mantenido un control férreo sobre el FRC, decidiendo quién competiría por la Gobernación y quién sería relegado. Este dominio ha permitido al partido ganar consistentemente con amplia mayoría, a pesar de los errores y gracias a una oposición desarticulada que no ha encontrado un líder capaz de desafiar su hegemonía desde la muerte de Piña.
La capacidad de adaptación del FRC ha sido notable, logrando convivir con gobiernos nacionales de diferentes signos políticos, desde Eduardo Duhalde hasta Alberto Fernández. La estrategia de Rovira de asegurar “gobernabilidad con gobernabilidad” ha permitido que sus legisladores apoyen a diferentes administraciones, manteniendo al FRC como un aliado constante de quienes ocupan la Casa Rosada.
La rebelión comenzó cuando las maestras decidieron llevar sus reclamos directamente a Rovira en la Legislatura provincial, solo para ser repelidas por un operativo de seguridad. Posteriormente, las maestras se dirigieron a la casa de Rovira para exponer las desigualdades entre su lujosa residencia y las precarias condiciones de vida de los docentes misioneros, poniendo en evidencia que el verdadero poder estaba blindado.
El modelo político de Rovira, centrado en el “misionerismo” y la figura icónica del Comandante Andresito, ha logrado sacar a Misiones de recurrentes crisis económicas, eliminando la deuda pública y manteniendo un superávit fiscal. Sin embargo, este modelo también ha generado controversia, particularmente con el régimen de cobro de anticipos de Ingresos Brutos que la oposición denomina “aduana paralela”.
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— Primera Página (@PrimeraPaginaOK) May 30, 2024
El verdadero desafío para el FRC es si este modelo podrá perdurar más allá de la figura de Rovira, quien ha sido el eje central de este sistema piramidal. La reciente crisis con la policía y los conflictos docentes y de salud han dejado en el aire la pregunta de si el Frente Renovador ha encontrado un límite que lo obligará a reinventarse, o si, como en el ámbito nacional, estamos viendo el principio del fin de una era.
La oposición, aunque esperanzada en un cambio, aún no ha encontrado un líder que pueda capitalizar esta crisis. Mientras tanto, el FRC planea demostrar su fuerza con una movilización de militancia a la Legislatura, mostrando que todavía tiene figuras de recambio listas para asumir el liderazgo. Nadie le quita el poder a carlitos...
La revuelta policial y los conflictos sociales actuales han revelado que algo está cambiando en Misiones. Si el FRC logra adaptarse y mantenerse unido, podría continuar dominando la política provincial. Sin embargo, si no logra responder adecuadamente a estos desafíos, podríamos estar viendo el inicio de un cambio significativo en el panorama político de Misiones.