La reciente decisión del Banco Central de la República Argentina (BCRA) de reducir la tasa de referencia del 40% al 35% anual ha generado una ola de ajustes en las tasas de interés que ofrecen las billeteras digitales, impactando directamente en las cuentas remuneradas de plataformas como Naranja X, Ualá, Mercado Pago, Personal Pay y Prex. Esta medida busca acompañar la desaceleración de la inflación y reducir el costo de financiamiento en pesos, aunque sus efectos podrían no ser del todo favorables para el ahorro digital a corto plazo.

Las billeteras digitales han crecido en popularidad debido a su conveniencia y accesibilidad. Sin embargo, la reducción en la tasa de referencia ha obligado a estas plataformas a ajustar sus rendimientos. A pesar de esta baja, algunas billeteras han mantenido tasas cercanas al límite superior, como Ualá, que ofrece un 40% anual para saldos de hasta $500.000, mientras que otras, como Mercado Pago, optan por rendimientos algo menores, alrededor del 37,3 %.

Las billeteras digitales buscan alternativas para seguir siendo competitivas en este entorno cambiante. La mayoría de estas plataformas invierte los fondos de sus usuarios en fondos comunes de inversión y plazos fijos a un día, lo que garantiza liquidez diaria. Sin embargo, como explica Daniel Conte, Country Manager de Prex, el ajuste en las tasas será progresivo debido a la inercia de los plazos fijos vigentes. Esto sugiere que los rendimientos diarios de estas cuentas irán ajustándose paulatinamente hasta acercarse al nuevo rango de tasas determinado por el BCRA.

Ualá y Naranja X, por ejemplo, han encontrado en la diversificación de inversiones una manera de sostener su atractivo: ofrecen instrumentos adicionales como fondos comunes de inversión Money Market, plazos fijos Uilo, y opciones de inversión en dólares y acciones a través de Ualintec Capital . Estas alternativas resultan atractivas para los usuarios con saldos elevados que buscan maximizar sus rendimientos frente a una inflación que aún presenta desafíos.

La competencia entre bancos y billeteras digitales se ha intensificado, especialmente desde que el BCRA decidió desregular las tasas mínimas de interés para los plazos fijos en marzo. Esta liberalización permitió a los bancos privados mantener tasas competitivas, aun cuando el objetivo es moderar la inflación. Para el BCRA, el reto ahora es sostener una política monetaria que estabilice el financiamiento en pesos sin desincentivar el ahorro en cuentas remuneradas. Esto plantea un desafío importante para las billeteras digitales, que deben equilibrar sus tasas de interés sin perder usuarios.

A mediano plazo, la intención del Banco Central es que el recorte de tasas logre alinear las expectativas de inflación con los objetivos de estabilidad fiscal planteados por el Gobierno. Sin embargo, la gradualidad en la baja de rendimientos de las cuentas digitales sugiere que el ajuste seguirá adaptándose lentamente al nuevo contexto. En este escenario, las billeteras digitales que ofrecerán alternativas de inversión diversificadas y rentables podrán consolidar su posición como opciones atractivas para los ahorristas, frente a la competencia de los bancos tradicionales.