La calidad sobre la cantidad: el verdadero desafío del sueño reparador

En la búsqueda de un descanso óptimo, la ciencia del sueño sugiere que más importante que dormir ocho horas es adoptar hábitos que mejoren la calidad del sueño.

31-10-2024 - Por Primera Página

La calidad sobre la cantidad: el verdadero desafío del sueño reparador

Tradicionalmente, dormir ocho horas ha sido la regla de oro, pero Russell Foster, neurocientífico y especialista en ritmos circadianos de la Universidad de Oxford, afirma que la calidad del sueño es lo que realmente importa. De acuerdo con Foster, es esencial entender que el descanso reparador no siempre depende de la duración del sueño, sino de prácticas como la exposición a la luz natural, evitar la cafeína en horas tardías y mantener una rutina de descanso constante.

Esta perspectiva cuestiona una obsesión moderna: las horas fijas de sueño. Foster explica que un buen descanso oscila entre 6,5 y 10 horas, dependiendo de la persona, y que el verdadero indicador es la energía y el estado de ánimo al despertar. Es un llamado a dejar de lado la ansiedad por alcanzar una cifra concreta de horas y enfocarse en cómo nos sentimos al iniciar el día.

Uno de los puntos más interesantes que subraya Foster es la importancia de la luz solar en la regulación del ciclo sueño-vigilia. La luz natural, incluso en un día nublado, proporciona al cerebro una señal clave para mantener los ritmos biológicos alineados con el entorno. Esto subraya que una buena calidad de sueño comienza por la mañana, algo que pocos consideran al intentar mejorar su descanso.

Además, el experto advierte sobre el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir. Aunque la luz azul de las pantallas es parcialmente responsable de las alteraciones del sueño, el contenido es el verdadero enemigo, generando ansiedad y manteniéndonos en estado de alerta. Este aspecto va más allá de un simple consejo: es un reflejo de cómo la tecnología y las redes sociales interfieren activamente en la salud mental y el descanso de las personas.

Foster y otros expertos cuestionan el mito de que es necesario dormir un número exacto de horas. La doctora Stella Maris Valiensi, presidenta de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño, destaca que la flexibilidad en el descanso es crucial para la salud física y mental, ya que dormir mal puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas. De hecho, la variabilidad en el sueño según las etapas de la vida demuestra que, con el tiempo, necesitamos menos horas debido a la reducción de estímulos.

Sin embargo, la flexibilidad no significa descuidar los hábitos. La higiene del sueño, que incluye cenas ligeras, ejercicio regular y la práctica de técnicas de relajación, se vuelve fundamental. Estos hábitos permiten que el sueño cumpla su función revitalizadora, beneficiando desde la concentración hasta la salud cardiovascular.

 

El verdadero desafío para quienes buscan mejorar su descanso no es simplemente dormir más, sino dormir mejor. Las recomendaciones de Foster representan una invitación a cuestionar nuestros hábitos nocturnos ya hacer del descanso una prioridad que impacta en todos los aspectos de la vida. Priorizar la calidad de nuestro sueño puede marcar la diferencia entre enfrentar un día con energía o arrastrarse a través de él.