El Jueves Santo en la parroquia Inmaculada Concepción del barrio Pichincha de Rosario se vivió un hecho inesperado y conmovedor, cuando una mujer ingresó llorando durante la misa y abandonó a su bebé recién nacido en perfectas condiciones.

El cura Víctor Pratti, quien celebraba la eucaristía, fue testigo de este episodio sorprendente. Según relatan algunos fieles presentes, la mujer estuvo merodeando por la parroquia con el niño en brazos antes de dejarlo en el atrio y marcharse.

La rápida reacción de los presentes permitió que el bebé recibiera atención inmediata en la parroquia y que se alertara a las autoridades.

La Policía de Santa Fe intervino, y una agente amamantó al pequeño antes de trasladarlo al Hospital Provincial del Centenario, donde se encuentra en neonatología en buen estado de salud.

El sacerdote expresó su conmoción y preocupación por la situación de la madre, destacando la necesidad de comprender qué la llevó a tomar esa decisión.

"Fue conmovedor y me conmueve pensar en qué la llevó a tomar esa decisión, qué situación de violencia o pobreza la llevó hasta ahí", manifestó.

El Padre Víctor, además de proporcionar asistencia al bebé, lo bautizó y dejó un papelito del bautismo entre sus cosas, con la esperanza de que pueda encontrar una familia que lo cuide.

"Me apena la mamá, lo que debe estar pasando por su corazón. Pobre piba para hacer eso", expresó consternado.

El caso quedó en manos de la Secretaría de Niñez para garantizar que el bebé reciba los cuidados necesarios. La comunidad se une en solidaridad y compasión ante esta situación tan delicada.