Hoy viernes, poco después de la medianoche, un llamado al 911 alertó sobre el robo a mano armado de un celular en el barrio El Mondongo, de La Plata. Allí, efectivos de la Policía Bonaerense se trasladaron hasta la calle 68, entre 5 y 6, donde la víctima les informó que había sido interceptado por dos motochorros que se dieron a la fuga.
Al salir en búsqueda de los delincuentes, los uniformados avistaron a pocas cuadras del lugar una motocicleta Dominator 400 -similar a la que había descripto el hombre que hizo la denuncia- y a dos sujetos que yacían en la vereda.
Thomas Correa, de 21 años, fue detenido en el momento. El otro estaba moribundo en el suelo: tenía un tiro en la cabeza.
Ahora, los investigadores de la UFI N°15 tratan de establecer cómo se desencadenó el episodio que terminó con el joven acribillado a sangre fría: todo indicaría que los delincuentes habrían discutido por ver quién se quedaba con el celular y Correa lo mató para alzarse con el botín.
Los investigadores explicaron que, dado que el joven estaba desvanecido en la vereda, se dio aviso a las autoridades y una ambulancia del Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) no tardó en llegar. Los paramédicos, sin embargo, no pudieron hacer nada para salvar su vida.
El joven recibió el tiro a la altura de la sien derecha, según constataron los médicos del SAME. Luego, fue identificado como Lucas Plaquín.
Tras inspeccionar el lugar, los agentes no solo encontraron el cuerpo de Plaquín sino también el celular robado, un viejo Samsung con la pantalla quebrada que no podría cotizar más de 5 mil pesos en una reventa clandestina, y el arma que habría sido usada para cometer el crimen, desechada en un canasto de basura en las inmediaciones del hecho.
En tanto, en Avellaneda, la Bonaerense sigue en la búsqueda de los motochorros que le robaron ayer a la tarde una mochila con dinero en efectivo a Rolo Sartorio, el cantante de La Beriso, cuando salía del banco.
El hecho ocurrió sobre la avenida España y la calle 12 de octubre cuando Sartorio estaba por entrar a su casa con la plata para pagar los sueldos a los integrantes de la banda, y fue interceptado por tres delincuentes que lo tiraron al piso y huyeron con la mochila.
Sus sospechas apuntan a que algún empleado bancario pudo haber pasado el dato a los delincuentes. “Cuando entré al banco no había nadie, no había gente”, se extrañó. Y recalcó varias veces que “nadie sabía del trámite que tenía que hacer”.
“No dudo de que haya un entregador”, dijo sin vacilar, entre la bronca y la resignación. “Esto fue un operativo y ocurrió en una de las esquinas más transitadas de Avellaneda”, remarcó.
“No fue al voleo porque vinieron a buscar la mochila donde tenía la plata”, concluyó el músico, quien no descartó de irse a vivir al exterior ante la escalada de los hechos de inseguridad.