Algo no cuadra. Mientras el Gobierno celebra la estabilidad del dólar y la desaceleración de la inflación, los centros comerciales muestran otra cara: cada vez hay más locales vacíos. ¿Qué está pasando con el consumo? ¿Por qué los comerciantes cierran?
En esta nota te explicamos cómo la estrategia antiinflacionaria está afectando al comercio. Aunque parezca contradictorio, la caída del consumo no es un efecto colateral: es parte del plan.
El discurso oficial suena ordenado: “Todo marcha de acuerdo al plan”, repiten desde Casa Rosada. Y si miramos el dólar y el índice de precios, parece cierto. Pero hay un detalle: el Gobierno no cuenta cómo pisa paritarias ni cómo cae el poder de compra. El consumo no sólo no se recupera, sino que sigue bajando. Y eso, en la economía argentina, donde el consumo representa gran parte del PBI, es un golpe directo al corazón de la actividad.
En este contexto, el dato más fuerte no lo dio la oposición ni una consultora. Lo aportó nada menos que el presidente de la Cámara de Comercio.
Hace apenas unas semanas, Natalio Mario Grinman, titular de la Cámara de Comercio, hablaba con entusiasmo del nuevo rumbo económico: “La lucha contra la inflación es fundamental para recuperar la confianza de consumidores y empresarios”. Lo dijo al asumir su segundo mandato.
Pero dos semanas después, la misma entidad que preside difundió un informe lapidario: la cantidad de locales vacíos aumentó un 70% en un año. Sí, setenta por ciento. Y no se trata de un fenómeno aislado: ocurre en todos los grandes centros comerciales del país.
En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, la vacancia subió un 6% en comparación con abril del año pasado. Respecto al mes anterior, el aumento fue del 3,4%. En La Plata el número fue todavía más alarmante: un 80% más de locales vacíos que hace un año.
También crecieron los locales en venta (69,2% más que en abril de 2024) y los que están en alquiler (17,9% más que hace un año). Los comerciantes cuentan que hay poca gente en la calle, y muchos rubros no lograron levantar cabeza.
La Encuesta Radar Pyme, elaborada por ENAC con 290 empresarios de 16 provincias, refuerza el dato: en el primer trimestre del año, las ventas del sector comercio cayeron 14,12%. El consumo no se enfría: se desploma.
Desde la CAC lo resumen así: “Muchos negocios no logran sostener su actividad y se ven obligados a dejar sus espacios”.
La inflación baja, pero los comercios cierran. El dólar está quieto, pero las persianas bajan. ¿Puede sostenerse este modelo sin consumo interno? ¿Es sostenible una economía donde el orden se logra con menos trabajo, menos ventas y más locales vacíos?
La respuesta todavía está en suspenso. Pero los carteles de “se alquila” hablan fuerte. Y cada vez son más.