¿Tus vínculos te pueden ayudar a vivir más?

Un estudio reciente reveló que, en la vejez, el tipo de relaciones sociales que uno mantiene influye directamente en la salud física y mental.

17-05-2025 - Por Primera Página

¿Sabías que la forma en que te relacionás con los demás puede afectar tu salud tanto como una dieta equilibrada o el ejercicio? Un estudio reciente reveló que, en la vejez, el tipo de relaciones sociales que uno mantiene influye directamente en la salud física y mental. No se trata de cuántos amigos tenés, sino de qué tipo de vínculos construís.

La investigación, liderada por la profesora Lissette Piedra de la Universidad de Illinois y el investigador James Iveniuk del National Opinion Research Center de la Universidad de Chicago, analizó durante diez años los vínculos sociales de más de 1.500 adultos mayores. El trabajo, basado en datos del National Social Life, Health and Aging Project, identificó tres tipos de redes sociales: enriquecidas, focalizadas y restringidas.

Lissette Piedra Named Graduate Faculty Fellow for Diversity, Equity and  Inclusion | Graduate College


¿Qué tipo de red social tenés?


Las redes enriquecidas son las más saludables: personas que mantienen vínculos diversos, tanto familiares como extrafamiliares, y que participan activamente en actividades comunitarias, voluntariado o eventos sociales. Estas personas no solo se sienten menos solas, sino que también reportan mejor salud.

En cambio, las redes restringidas son pequeñas, centradas en la familia y con poca participación fuera del entorno íntimo. Son las que más se asocian con la soledad, la falta de pareja y la baja salud percibida.

El tercer grupo, las redes focalizadas, incluye personas con pocos vínculos pero muy cercanos, como un hijo o una pareja. Aunque no son las más variadas, sí brindan apoyo emocional constante.


¿Y qué tiene que ver esto con la longevidad?


La relación entre redes sociales y salud no es casual. El estudio mostró que quienes forman parte de redes enriquecidas tienen mejor salud autoevaluada, menos soledad y una mayor sensación de bienestar. Es decir, tus vínculos sociales pueden impactar en tu longevidad.

Según Lissette Piedra, “la soledad y el aislamiento pueden afectar gravemente la salud mental y física. Si te aislás porque estás enfermo, perdés seres queridos o vivís en un barrio inseguro, es más difícil mantener una red enriquecida. Y eso influye directamente en tu calidad de vida”.


¿Las redes sociales cambian con el tiempo?


Sí. Uno de los hallazgos más llamativos fue que estas redes no son fijas. Muchas personas del grupo focalizado lograron enriquecer su red con el tiempo. Sin embargo, quienes empezaron en redes restringidas, en su mayoría, permanecieron allí. Esto marca una alerta: es difícil salir de una red limitada si no hay intervención.

Además, factores como el género, el idioma, la educación y el origen étnico influyen en el tipo de red que uno puede construir. Las mujeres, las personas con menos estudios o que hablan otro idioma, tienen más probabilidades de terminar en redes restringidas. Esto demuestra que las desigualdades estructurales también afectan nuestras relaciones sociales.


¿Qué se puede hacer?


A pesar de todo, el estudio deja un mensaje esperanzador: con políticas públicas y acciones comunitarias bien dirigidas, es posible ayudar a los adultos mayores a construir redes más ricas. Esto no solo mejora su bienestar, sino que puede impactar directamente en su salud y su esperanza de vida.

 

En definitiva, cuidar tus vínculos es tan importante como cuidar tu cuerpo. Porque, cuando envejecemos, lo que realmente nos sostiene son las relaciones que supimos construir.