Raúl Cángaro: El hombre que navegó un auto y dejó un legado imborrable en Tandil
Raúl Cángaro, un nombre que resuena con nostalgia entre los habitantes de Tandil, será homenajeado el este 30 de noviembre. Si bien su figura no alcanzó las portadas nacionales, su legado sigue vivo en la memoria colectiva de la ciudad.
Su hija Silvina, quien recuerda a su padre como un innovador, compartió en sus redes algunas de las locuras que marcaron su carrera, como hacer flotar un Citroën 3CV sobre las aguas del lago del Fuerte de Tandil.
El hombre detrás de "Autofran", una concesionaria que revolucionó la venta de autos en la ciudad, comenzó a una edad temprana. De familia humilde, Raúl logró establecer su propia flota de camiones antes de aventurarse en el mundo del marketing automotriz.
Su habilidad para conectarse con la gente fue tan única que ideó sistemas de pago accesibles para sectores populares, permitiendo que muchas familias adquirieran su primer auto cero kilómetro.
Pero su creatividad no se limitaba a la venta de autos. Como piloto, sus hazañas no solo fueron audaces, sino que también reflejaron un profundo sentido de humanidad.
En una de las competencias más desafiantes, Raúl detuvo su carrera para ayudar a un piloto accidentado, un gesto que le valió el reconocimiento de la prensa especializada.
A 52 años de aquellas proezas, la ciudad de Tandil no solo recuerda las locuras de un hombre que puso a navegar un auto, sino también su legado de generosidad y valentía. En un mundo donde las figuras comerciales se esfuman rápidamente, Raúl Cángaro dejó un tesoro invaluable: la admiración de una comunidad que aún lo recuerda con cariño