La enfermedad de Alzheimer de inicio temprano es una forma poco común de demencia que afecta a personas menores de 65 años. Aunque la mayoría de los casos se presentan en mayores, esta variante puede diagnosticarse a edades más jóvenes, complicando su detección y manejo.
Uno de los principales factores de riesgo es tener antecedentes familiares. Sin embargo, las mutaciones genéticas en los genes APP, PSEN1 o PSEN2 son responsables de menos del 1 % de los casos totales de Alzheimer. Las pruebas genéticas pueden ayudar en el diagnóstico.
El diagnóstico oportuno es clave para tomar decisiones importantes tanto en lo familiar como en lo laboral. Informar a empleadores y organizar las finanzas es vital, ya que la enfermedad puede afectar la capacidad para trabajar.
La educación y el apoyo son fundamentales para manejar esta enfermedad. Los grupos de apoyo y la planificación financiera pueden ayudar a las personas y sus familias a enfrentar los desafíos del Alzheimer de inicio temprano.