En las últimas dos semanas, el clima en la región del AMBA y el Centro del país ha sido cálido y húmedo, alimentado por el aire tropical de Sudamérica. Este ambiente, comparado por la doctora Osman con un "caldo", ha generado condiciones propicias para tormentas fuertes, agravadas por la presencia de un frente frío.
El fenómeno de El Niño añade un componente adicional. Aunque puede aumentar la probabilidad de tormentas severas, su persistencia hasta mayo, combinada con condiciones neutrales desde abril a junio, plantea incertidumbres sobre los patrones climáticos. Según el Servicio Meteorológico Nacional, marzo, abril y mayo podrían ver niveles de lluvia normales o superiores en varias regiones, junto con temperaturas normales o más altas de lo habitual en otras.
El inicio del otoño en el hemisferio sur está caracterizada por la caída de hojas y temperaturas más frías, representa una transición hacia el invierno. La inclinación del eje de la Tierra reduce la cantidad de luz solar y la duración de los días, resultando en una disminución gradual de las temperaturas. Además, el otoño trae consigo cambios en los patrones de viento y la llegada de sistemas meteorológicos como frentes fríos.
En Argentina, el otoño es impredecible. Este año, la transición de El Niño a condiciones neutrales o La Niña podría influir en el clima. Existe la posibilidad de más lluvias durante esta estación, especialmente si se desarrolla La Niña. El seguimiento de estos fenómenos es crucial para comprender y prepararse para los desafíos climáticos que trae consigo el otoño argentino.