La dermatitis atópica, una enfermedad inflamatoria de la piel, afecta a millones de personas en todo el mundo. Más allá de la picazón y las lesiones cutáneas, esta afección tiene un profundo impacto en la calidad de vida de quienes la padecen, generando dificultades económicas, sociales y emocionales.

Un reciente estudio realizado por la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (AEPSO) ha puesto de manifiesto las múltiples dificultades que enfrentan las personas con dermatitis atópica. Entre los principales problemas se encuentran el alto costo de los tratamientos, la dificultad para acceder a profesionales especializados y el impacto emocional de la enfermedad.

El impacto económico y emocional de la dermatitis atópica

Los resultados del estudio revelan que muchos pacientes se ven obligados a reducir o abandonar sus tratamientos debido a los altos costos. Además, la enfermedad genera un gran impacto emocional, afectando la autoestima y la calidad de vida de quienes la padecen.

Afortunadamente, en los últimos años se han desarrollado nuevas terapias que han mejorado significativamente el control de la dermatitis atópica. Los medicamentos biológicos y los inhibidores de JAK han demostrado ser eficaces para controlar la picazón y las lesiones cutáneas. Sin embargo, es fundamental un enfoque multidisciplinario que involucre a dermatólogos, alergólogos y otros especialistas.