En muchos casos, despertarse por la mañana puede convertirse en un desafío que afecta la calidad del sueño y el bienestar general. Configurar múltiples alarmas es una práctica común pero cuestionada por expertos en sueño, como Brandon Peters de Virginia Mason Franciscan Health, quien advierte que interrumpir el sueño con alarmas repetidas puede fragmentar la fase crucial del sueño REM, vital para funciones cognitivas como la memoria y la creatividad.

Para evitar estos efectos negativos, se recomienda establecer una sola alarma que permita completar ciclos de sueño completos hasta el momento necesario para levantarse. Sin embargo, para quienes encuentran difícil despertarse con una sola alarma, pueden estar enfrentando trastornos del sueño subyacentes como la inercia del sueño o la privación crónica de sueño, según Cathy Goldstein de Michigan Medicine Sleep Disorders Centers.

Goldstein sugiere evaluar las necesidades de sueño durante períodos de descanso prolongado, como las vacaciones, para determinar la cantidad óptima de horas de sueño necesarias. Esto puede ayudar a identificar si se está sufriendo de privación crónica de sueño, un problema común entre adultos.

Además, Alicia Roth de la Clínica Cleveland en Ohio ofrece estrategias para ajustar el reloj biológico, incluyendo el uso de despertadores que simulan la luz natural y establecer una rutina regular de sueño. Recibir exposición a la luz solar matutina y evitar la exposición a pantallas antes de acostarse también son recomendaciones clave para regular el ciclo de sueño.

Para aquellos que despiertan antes de la alarma, Peters aconseja no mirar la hora y tratar de volver a dormirse si es posible, evitando preocupaciones innecesarias sobre el tiempo restante de sueño. Actividades relajantes como leer pueden ayudar a conciliar el sueño si se despierta durante la noche.