Halloween: de celebración pagana a fenómeno global
Halloween, con sus característicos símbolos de calabazas, brujas, esqueletos y vampiros, ha trascendido fronteras gracias al impacto de la industria del entretenimiento estadounidense, transformándose en una festividad global. La palabra “Halloween” proviene de “All Hallow Eve” (víspera de Todos los Santos), una tradición cristiana que combina también elementos de rituales paganos celtas y romanos. Estas prácticas celebraban el fin de la cosecha y rendían homenaje a los muertos, como el "samhain" celta y el "mundus patet" romano, ambos dedicados al recuerdo de los seres queridos fallecidos ya la transición hacia el invierno.
El "samhain", la fiesta celta de origen druídico, era celebrada en el atardecer del 31 de octubre hasta el 1 de noviembre, marcando el inicio del invierno y un nuevo ciclo. Durante esta festividad, los celtas suspendieron sus actividades cotidianas, abriendo una supuesta conexión entre los vivos y el mundo de los muertos. De ahí surge la costumbre de ofrecer alimentos en las puertas para evitar la entrada de espíritus malévolos, una práctica que puede haber influido en la tradición del "truco o trato".
El "mundus patet" romano, traducido como "mundo abierto", hacía referencia al "Mundus Cereris", una estructura que conectaba a Roma con el más allá. Este espacio sagrado permanecía cerrado la mayor parte del año y solo se abriría tres veces al año (24 de agosto, 5 de octubre y 8 de noviembre) para permitir que las almas regresaran a la tierra. La influencia romana en la cultura occidental dejó huella en el simbolismo de la vida y la muerte, que hoy también forma parte de Halloween.
El Día de Todos los Santos, instituido por la Iglesia para honrar a los mártires, fue trasladado al 1 de noviembre en el siglo VIII por el Papa Gregorio III, alineando esta celebración con las festividades paganas de los muertos en territorios celtas y romanos. De este modo, Halloween y el Día de los Difuntos encontraron un terreno común, fusionando creencias antiguas con tradiciones cristianas.
Halloween llegó a América con los inmigrantes irlandeses, quienes preservan sus costumbres. La festividad, inicialmente restringida por los colonos, se afianzó con el tiempo en la cultura estadounidense, impulsada por la industria del entretenimiento y las migraciones masivas del siglo XIX. Hoy en día, Halloween se ha consolidado como una festividad centrada en el entretenimiento, con actividades como el "truco o trato", decoraciones con calabazas y la exaltación de personajes terroríficos como Drácula o Frankenstein, que durante una noche dejan de ser temidos para convertirse en parte de celebraciones alrededor del mundo.