Incendio en YPF: el peligro no es el fuego sino el humo y la desidia que matan de a poco | LEELO Y PASALO

El incendio que se desató cerca de las 16:30 horas de este jueves en la refinería de YPF ubicada justo en el límite territorial entre Ensenada y Berisso, muy cerca de la frontera platense, provocó una enorme preocupación entre cerca de un millón de personas que habitan lo que se denomina el Gran La Plata y que componen unas 30 localidades y más de 600 barrios, pertenecientes a los municipios de La PLata, Berisso y Ensenada.

22-08-2024 - Por Primera Página

Incendio en YPF: el peligro no es el fuego sino el humo y la desidia que matan de a poco | LEELO Y PASALO

Ese enorme conglomerado de personas residentes en la denominada Región Capital de PBA, viene sufriendo los efectos hostiles y lacerantes del desmanejo continuo de la principal destilería argentina.

Esta vez el incendio fue importante, como tantas otras oportunidades anteriores, que han sido debidamente documentadas en formato periodístico por PrimeraPagina.info, a través de largas y dateadas crónicas, ilustradas con fotos y videos exclusivos.


Tapa de Primera Página del sábado 18 de septiembre de 1999.


Sin embargo, lo peor no suele ser el fuego en sí, sino el humo negro y espeso que se derrama en el cielo como millones de puñaladas clavándose en el corazón mismo del degradado medio ambiente regional.

No es casualidad, sino causalidad, que todos los centros asistenciales de la zona reporten desde hace décadas índices elevadísimos (muy por encima de los nacionales) de casos graves de enfermedades respiratorias, destacándose como un fantasma de guadaña en manos, el temido y letal cáncer de pulmón.

El humo ácido, gris y poco visible, es cosa de todos los días y especialmente de las noches ensenadenses. Llega acompañado casi siempre de ruidos atronadores que suelen extenderse durante horas.

Las seis chimeneas conocidas como fósforos que contornean la planta industrial petrolera, nunca dejan de quemar elementos contaminantes que en caso de salir al aire sin pasar por el fuego, serían muchísimo más peligrosos (pero igual contaminan y mucho).

Hoy la contaminación de YPF sobre La Plata, Berisso y fundamentalmente Ensenada, fue tapa de todos los medios durante buena parte de la tarde y los ecos seguirán mañana, pero luego se apagarán, como el incendio de hoy, y el resto del país pensará que en esa región pobladísima y próspera que oficia como capital bonaerense, las cosas ya están bien. 

Sin embargo, el drama de la contaminación seguirá como ocurre desde hace muchos años, destrozando los pulmones de miles de personas que en el mejor de los casos deberán resignarse a pasar sus años con una pésima calidad de vida, recorriendo hospitales, tosiendo y perdiendo funciones escenciales del normal y lógico buen vivir.

Esas son las verdaderas y sobradamente probadas consecuencias del accionar inescrupuloso de YPF en el Gran La Plata. Por ello, genera mucha impotencia ver en los canales de TV nacionales, al vocero local de la empresa, Rodolfo “Quique” Chávez, diciendo que fue una pavada, que no tiene consecuencias y dejando entrever que los medios locales son unos exagerados.

Chávez se caracteriza desde su llegada al área de Relaciones con la Comunidad hace varios años procedente de Neuquén, por emitir brevísimos tuits minimizando cualquier hecho ocurrido en la planta industrial ensenadense de YPF, como único y provocador método de comunicación.

Siempre resultó imposible entrevistar a Chávez o a cualquiera de los gerentes responsables de estas barbaridades ambientales permanentes.

Cabe destacar que el actual presidente de YPF es el ingeniero berissense Horacio Marín, un hombre que conoce bien la región y seguramente tendrá familiares y amigos que sufren las consecuencias de la empresa que dirige.